Santiago de Chile, 7 abr (Prensa Latina) Como un hecho muy grave y mal precedente calificaron hoy dirigentes del Partido Comunista de Chile (PCCh) el asalto a la embajada mexicana en Quito y la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien había solicitado asilo.
Por Carmen Esquivel
Corresponsal jefe en Chile
«Otra vez el atropello, el uso de la fuerza por sobre las lógicas de convivencia. Ecuador decidió invadir la sede diplomática a riesgo de terminar con la vida de funcionarios mexicanos», denunció el presidente del PCCh, Lautaro Carmona.
En declaraciones a Prensa Latina recordó Carmona que si en el peor tiempo del fascismo en Chile no se hubiera respetado la inmunidad diplomática, miles de patriotas hubieran sido exterminados.
«Fue precisamente esa condición de inmunidad y la solidaridad de muchos países la que salvó vidas de dirigentes del gobierno de la Unidad Popular, de hombres, mujeres y niños que sufrían persecución con peligro para sus vidas», dijo.
El diputado Boris Barrera y militante del PCCh calificó como muy grave la invasión a la embajada, lo cual viola el Convenio de Viena y otros tratados internacionales.
Barrera destacó el repudio del gobierno de Chile y de la comunidad internacional ante esta agresión y la solidaridad con México.
«Ya salió una declaración del Parlamento Latinoamericano y del Centroamericano y ahora se está preparando otra del Parlamento Andino, de la cual soy parte», expresó el legislador.
Mientras el alcalde de la comuna de Recoleta y miembro de la dirección del partido, Daniel Jadue, consideró que este no es un hecho aislado, sino un eslabón más de algo que viene sucediendo hace mucho tiempo.
«El derecho internacional ha dejado de operar, lo cual se ve en muchas partes como el Sahara Occidental y Palestina», denunció.
Expresó Jadue que el asalto a la sede diplomática sienta un precedente gravísimo para las relaciones internacionales.
Los dirigentes del PCCh participaron este domingo en un acto en el Memorial de las Tres Sillas en homenaje a los militantes comunistas José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino, asesinados por la dictadura de Augusto Pinochet en 1985.